Una mirada al futuro de la seguridad

La mayoría de las cerraduras se siguen abriendo con una llave de las de toda la vida, pero este sistema tiene sus días contados. Ahora bien: antes de acabar con él, el sector debe comprender muy bien cuáles son las tendencias más probables para el futuro.

Peter Majanen, analista de tendencias de la empresa sueca de “investigadores del futuro” Quattroporte, opina que las compañías de seguridad han estado protegidas hasta ahora por una cierta fragmentación a nivel nacional. 

“Ha habido ciertos elementos físicos que eran exclusivos de cada país”, explica, “pero las cosas se están moviendo con mucha rapidez y las compañías de seguridad, al igual que otras figuras B2B (Business To Business, “de negocio a negocio”), tienen que enterarse cuanto antes de por dónde van los tiros.”

Y para ello, nos dice, deben colaborar estrechamente con sus clientes, cosa que no siempre han hecho hasta ahora.

“Si algo nos está conduciendo a un mercado global de la seguridad es precisamente la creación de redes. De la misma manera que Internet ha dado lugar a una cierta homogeneización de las actividades comerciales, la posibilidad de una red de seguridad basada en protocolos de Internet (IP) ha llevado también a una mayor internacionalización de ese mercado.

Y es ahí donde los analistas predicen los desarrollos más significativos para los próximos 5-10 años.

“En las Américas contamos con sistemas basados en la red desde hace ya algún tiempo”, afirma Blake Kozak, autor de un informe reciente sobre control de accesos para IMS Research, “pero no han empezado a despegar de verdad hasta ahora, cuando han captado por fin el interés de otras organizaciones más pequeñas.”

Tradicionalmente – incluso en los casos en que la seguridad se gestionaba a través de una red o se enviaba a Internet para configurarla a distancia -, era la compañía la que almacenaba la información. Pero según Majanen, esto va a cambiar muy pronto.

“La seguridad se está convirtiendo en un negocio digital, lo cual nos está llevando a un cambio total en el modelo de negocio”, asegura. “Se está convirtiendo ya en un negocio de servicios digitales.”

Aún sigue habiendo una gran resistencia a esto, puesto que la mayoría de las compañías no quiere dejar el control de sus datos de seguridad en manos de otros, pero Majanen cree que “es solo cuestión de tiempo”.

Kozak señala la gran comodidad del Software-as-a-Service (Software como Servicio, o SaaS), pero añade: “Aunque el modelo de SaaS elimina los gastos derivados de mantener un servidor y software en la planta, aún hay organismos reticentes a poner su seguridad en manos de terceros.” Y asegura también que “es muy poco probable que un gobierno utilice SaaS, pero para minoristas o centros de salud puede ser un modelo muy ventajoso.”

En su opinión, si se van a emplear los modelos de servicio de datos, se necesita “un ecosistema de compañías de confianza: una compañía a la que se puedan confiar los datos trabajando con una compañía a la que se puedan confiar las cerraduras, etc.”

La palabra de moda en el sector desde hace algún tiempo es “integración”, pero Kozak cree que la integración entre los accesos y otros sistemas de seguridad ya no es el futuro, sino el presente. La única cuestión pendiente es el nivel de integración a implementar.   

“Si examinamos lo que est?? ocurriendo en la práctica, veremos que sólo hay integración en ciertos campos. Por ejemplo, el vídeo y los accesos se están integrando únicamente porque casi todo el mundo tiene vídeo y el acceso ofrece seguridad más allá de cualquier diagnóstico”, afirma. “Además, muchas pequeñas empresas tienen sistemas anti-intrusión, por lo cual tiene lógica integrar unas cuantas puertas del control de accesos en el panel anti-intrusión para evitar gastos adicionales; en otras palabras, ahí sí puede haber un mercado.”

Pero añade que el volumen de integración de accesos lógicos y físicos sigue siendo pequeño, al menos en la actualidad.

Majanen cree que una razón de esto es la forma en la que están organizadas las empresas (el director de seguridad habla con los fabricantes de cerraduras y el departamento de informática habla con la empresa de informática, sin que el director de seguridad ceda un palmo de su terreno a los informáticos), pero cree que a la larga el departamento de informática acabará teniendo más peso. Y del modo en que lo ve Majanen, será necesaria una nueva generación antes de que la integración pueda desarrollar todo su potencial al máximo.

Ese potencial estaría en la capacidad de los programas analíticos de predecir la actividad, en vez de limitarse a identificar a los responsables una vez realizada la infracción. Actualmente, una de las prestaciones que se exigen al vídeo es la capacidad de suministrar imágenes que se puedan utilizar ante un tribunal. Pero ya es demasiado tarde para ello.

Majanen señala que las soluciones predictivas ya se utilizan en otros campos: los bancos se basan en sus datos para predecir la solvencia de crédito de sus clientes, estudiando para ello su comportamiento en el pasado. Google predice lo que va a hacer una persona en base a lo que ha hecho hasta el momento.

Pero esto aún no ha llegado al sector de la seguridad. Una vez más, todo depende de que haya un ecosistema adecuado: “Se necesitaría un alto nivel de competencia por parte de las distintas compañías que trabajan juntas, pero si se pudieran presentar soluciones cuyo coste fuera rentable, habría un interés inmediato”, afirma Majanen.

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