Sistemas que realzan la experiencia del huésped
Muchos hoteles están siguiendo la tendencia de los “hogares inteligentes” al integrar cada vez más sus sistemas de acceso con otras funciones, como pueden ser la iluminación o el control de la temperatura. Esta integración está ayudando a que el huésped se sienta más cómodo, a que los hoteles economicen en gastos y energía y a que la seguridad se transforme.
Son muchos ya los hoteles que utilizan nuevas tecnologías para el control de accesos y de la temperatura en las habitaciones de los huéspedes. Algunos están integrando dichos sistemas para obtener ventajas que convergen y son aplicables tanto para el huésped como para el hotel. Por ejemplo, el huésped pronto podrá recibir sus credenciales de acceso a través de su smartphone o directamente por medio de una llave-tarjeta de fidelización equipada con RFID, lo cual suprimiría la necesidad de que pase por el mostrador de recepción al llegar. Cuando el huésped entra en su habitación, el sistema puede ordenar al termostato que seleccione una temperatura determinada y encienda las luces de algún modo preestablecido.
Así el hotel goza de un servicio más ágil y dinámico, economiza en gastos y obtiene también un beneficio ecológico.
EL huésped se halla de ese modo en un entorno confortable mientras que, en el mostrador, el personal está siendo avisado de que el huésped ya ha llegado a su habitación. Así el hotel goza de un servicio más ágil y dinámico, economiza en gastos y obtiene también un beneficio ecológico.
Ahorro de energía
“Todas las grandes cadenas hoteleras están siempre pendientes del ahorro”, dice David Nowak, director de Gestión Medioambiental, Ventas y Desarrollo Comercial de VingCardElsafe. VingCardElsafe suministra cerraduras electrónicas, cajas fuertes para habitaciones y sistemas avanzados de gestión energética al sector de la hospitalidad. “Todos los hoteles tienen en marcha algún plan para cuestiones como la conservación del agua”, explica, y cita como ejemplo el hecho de que muchos animen a sus huéspedes a reutilizar las toallas de baño en vez de enviarlas a lavar todos los días.
“Pero hay hoteles que quieren ir más allá de esas medidas que ya utilizan, puesto que la energía es el mayor gasto de un hotel después de los salarios, y ello hace que la gestión efectiva de la energía sea algo esencial”, asegura. “Hay mucha tecnología funcionando entre bastidores para que el huésped tenga una experiencia agradable, y ello permite al personal del hotel vigilar y resolver problemas potenciales antes de que se hagan realidad.”
En el Grand Hyatt San Francisco, que con sus 659 habitaciones es el hotel principal de dicha cadena, tanto las cerraduras electrónicas para habitaciones de huéspedes y salas de reuniones como las cajas fuertes de las habitaciones y los termostatos se comunican con el sistema de gestión de propiedad del hotel.
“Los técnicos pueden desplazarse por el hotel con sus iPads buscando posibles alertas, controlando el uso de energía y llevando a cabo simulacros al nivel de las habitaciones mismas para ver lo que ocurre con cada sistema de la red”, afirma Nowak.
Los huéspedes del Hyatt también pueden recibir una tarjeta de acceso equipada con tecnología RFID. La fecha y los datos de la estancia del cliente se envían a un Smartphone a través de un mensaje de texto y el hotel no tiene más que transmitir la información de la cerradura a la tarjeta del huésped.
NFC para acceder a la habitación
Este año, a medida que vaya avanzando la tecnología, el Hyatt planea actualizar su sistema para ofrecer credenciales de las habitaciones a los huéspedes a través de sus smartphones equipados con tecnología NFC (“near field communication”, comunicación de corto alcance) para que puedan acceder a sus habitaciones con tan solo acercar sus teléfonos con NFC a la cerradura.
“No hay nada más sencillo que usar tu móvil para hacer el check-in en un hotel y abrir puertas, y creo que es ahí a donde se dirige el futuro”, opina Richard Buske, que trabajó en seguridad hotelera durante 15 años y es en la actualidad encargado de seguridad de un municipio de Estocolmo (Suecia). “Pero desde el punto de vista de la seguridad de bienes y personas, echo de menos un contacto y un control humanos con respecto a la persona que hace el check-in.” Como medida de seguridad extra, Buske, que también da clases sobre estos temas en cursillos sobre hospitalidad, recomienda que siempre haya empleados en la zona del vestíbulo para disuadir a delincuentes potenciales.
Según su experiencia, uno de los mayores retos a la hora de trabajar con nuevos sistemas es el conflicto entre las expectativas que tienen las distintas partes. “Una solución se debe enfocar desde distintos ángulos y nunca es fácil contentar a todos”, afirma Buske. “El personal administrativo y de mantenimiento busca un sistema fácil de usar; el director del hotel quiere mejorar el trato al huésped, y los responsables de seguridad quieren una mayor seguridad de bienes y personas.”
No hay duda de que las soluciones de acceso aportan ventajas a la seguridad, dice Nowak. “Podemos acceder a informaciones muy precisas para dar una mayor protección del huésped”, dice. El sistema de cierre es lo bastante inteligente como para alertar al mostrador de recepción no solo de que alguien ha abierto la habitación de un huésped, sino para indicarle también si ha sido un huésped o un empleado, si la puerta se ha abierto desde fuera o desde dentro y si el cerrojo estaba o no echado.”
Integrar las cajas fuertes de las habitaciones del Hyatt en la misma red ha supuesto grandes ventajas de seguridad. “Desde el mostrador de recepción podemos saber si la caja fuerte está abierta o cerrada”, dice Ed Brandes, director técnico del Grand Hyatt. “Así cuando un huésped deja el hotel, podemos pedirle que compruebe su caja fuerte. La primera vez que hicimos esto, una pareja se estaba olvidando los pasaportes en la caja fuerte. Pudimos advertirles antes de que se fueran del hotel, y gracias a ello pudieron llegar al aeropuerto a tiempo de coger su vuelo de regreso a Japón.”
La integración de sistemas en hoteles está haciendo que confluyan la seguridad y el servicio al cliente, tal y como señala Richard Buske: “La seguridad de bienes y personas es una cara de la moneda; el servicio al cliente es la otra cara. ¡Esas dos caras no deben luchar entre sí!”
Por Rachel Sa & Cari Simmons