Seguridad práctica
Una reciente encuesta entre los pasajeros de Scandinavian Airlines, SAS, demostró que la identificación dactilográfica es algo muy aceptado. Más del 70% de los pasajeros suecos que participaron en un test para validar la facturación de sus equipajes con sus huellas dactilares respondieron afirmativamente y creen que el sistema debería ser introducido a todos los niveles para así poder viajar sin billete y facturando a distancia. La principal ventaja, señalaron muchos, es la comodidad. SAS ha respondido ampliando el test y probando el sistema de huellas dactilares en algunas de las rutas domésticas principales de Suecia, para asegurarse de que el pasajero que ha facturado es el mismo que monta en el avión.
En el aeropuerto internacional de Narita, el segundo mayor de Japón, la comprobación de huellas dactilares ha automatizado otra función importante: al facilitar información sobre ID y biometría por adelantado, cientos de miles de extranjeros con permisos de residencia japoneses pueden pasar por los mostradores automáticos de inmigración para un rápido examen de sus pasaportes, y entrar en Japón usando sus huellas dactilares. El método fue introducido en noviembre del año pasado, y las autoridades confían en que sirva para aplacar los ánimos tras la tormenta causada por los estrictos requisitos de seguridad (que exigían, entre otras cosas, que los residentes extranjeros en Japón pasaran sus huellas dactilares y fueran fotografiados cada vez que entraban en el país).
Una combinación perfecta
En Latinoamérica, el Aeropuerto de México D.F. combina la biometría con las últimas tecnologías de tarjetas de acceso inteligentes para garantizar el mejor acceso posible y la seguridad en la identificación de las más de 20.000 personas que trabajan allí. Este sistema dual ofrece, por así decirlo, lo mejor de ambos mundos.
“La comprobación de huellas dactilares es muy segura y cómoda”, explica José Luis Ordóñez, director de ventas de HID Global (la empresa que aportó la solución) para México y Centroamérica. “Bastan unos segundos para atravesar el control. Una tarjeta inteligente facilita dicho control, garantizando que el titular de la tarjeta sea la misma persona que está pasando sus huellas dactilares. Y al mismo tiempo, la tarjeta muestra una imagen, un texto y un código de color que indica la función realizada por la persona y si está autorizada para acceder a esa zona.”
Al exportar un sistemas de tarjetas ya existente a V-Smart iClass, cuya frecuencia es superior (13.56 MHz) y soporta mucha más información, la tarjeta y el escáner pueden “hablar entre sí” a una distancia mayor y sin generar tráfico hacia un servidor central. Ello reduce el flujo de datos y, por tanto, la vulnerabilidad. También es una gran ventaja si tenemos en cuenta que uno de los requisitos de las autoridades era que el tiempo total de fallos del sistema no superara los 24 minutos en todo el año.
“Una vez que se ha identificado a una persona por la comprobación de huellas y ésta entra en un área de seguridad, el titular goza de acceso automático al resto del área, ya que la tarjeta de ID es escaneada en cuanto esa persona se acerca a la puerta”, dice Alejandro Espinosa, director de proyectos de HID Global y responsable de dicha actualización. “Un escáner desactivado bloqueará la entrada automáticamente. Si el escáner está estropeado o no funciona bien, los empleados pueden dirigirse al escáner más cercano, ya que todos son independientes unos de otros.”
Alto tráfico
Algunos ejemplos de áreas en las que el sistema se halla a pleno rendimiento son las aduanas, el control de equipajes, las zonas de personal de tierra y aire, y las puertas de embarque. En el aeropuerto hay unos 120 puntos de control de seguridad en los que se necesitan escaners de tarjetas y comprobación de huellas dactilares. Estos forman una suerte de frontera externa para las innumerables áreas del aeropuerto en las que se exige una autorización estricta.
Con sus 24 millones de pasajeros y 338.000 vuelos anuales a más de 300 destinos internacionales (además de los vuelos domésticos), el aeropuerto de México D.F. es el mayor de Latinoamérica y uno de los más transitados del mundo entero.
Por motivos de seguridad, las autoridades del aeropuerto han optado por gestionar todo el proceso de fabricación de tarjetas de acceso y escaneado de huellas dactilares ellos mismos. Así, el aeropuerto ha adquirido un sistema de emisión de tarjetas fabricado por Fargo, filial de HID. Con este sistema es prácticamente imposible falsificar una tarjeta. Gracias a su programa Corporate 1000, HID Global garantiza que cada tarjeta tenga un número único, de modo que se pueden generar hasta un millón de códigos de identificación de tarjeta sin que existan duplicados en ningún lugar del mundo.
Pero, ¿qué ocurre si alguien se hace una herida en el dedo de la huella dactilar? ¿Se le denegará el acceso? “No hay que preocuparse”, dice Espinosa, “la tarjeta inteligente tiene capacidad de memoria para dos huellas dactilares, una de cada mano.” Y si alguien se hiere ambas manos…, quizá es mejor que esa persona se quede en casa, a fin de cuentas.
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