Rastreo basado en la localización

La tecnología basada en la localización ofrece diversos servicios de gran comodidad para el consumidor a partir de su ubicación. También se puede usar para rastrear la localización exacta de una persona dentro de un edificio.

Un servicio basado en localización (SBL) es todo servicio o combinación de servicios que esté basado en la ubicación del usuario en tiempo real. Nos dice dónde hemos estado, dónde estamos y adónde vamos. Muchos de nosotros accedemos a un SBL por medio del sistema de GPS de nuestro vehículo, o a través de las aplicaciones de los teléfonos inteligentes.

“Si vas en coche a tu centro comercial y estás utilizando un mapa en tu teléfono móvil, ese programa sabe dónde estás”, explica Tristian E. Lacroix, uno de los socios directivos de Indoor LBS, una firma especializada en asesoría sobre soluciones de tecnología móvil basada en la localización para su investigación, marketing y desarrollo comercial. “De ese modo, según dónde estés, puedes optar por que este servicio reciba publicidad sobre cosas que están en tu ruta, o lo van a estar, o por las que acabas de pasar, como por ejemplo un McDonald’s, un Starbucks o un banco.”

Los servicios basados en localización que utilizan publicidad dirigida a usuarios concretos constituyen el segmento que más rápido está creciendo en el sector. Pero, ¿cómo se puede incorporar el SBL al control de accesos y la seguridad?

“Los SBL se utilizan en aplicaciones de seguridad de miles de formas distintas, y seguro que hay muchas más que aún no se nos han ocurrido”, afirma Lacroix.

El seguimiento de activos es un SBL muy popular que ya comercializan muchas empresas y se emplea para supervisar, rastrear y, potencialmente, recuperar objetos valiosos. Lo más normal es que un artículo determinado (un coche, un ordenador portátil, monitor, un envío por camión o por tren) lleven adherida una etiqueta de RFID que permita hacer un seguimiento de su trayecto en tiempo real.

Soluciones para interiores

Pero las aplicaciones de seguridad relacionadas con el control de accesos resultan menos fiables cuando entramos en un espacio cerrado, donde la señal del GPS es menos exacta o incluso inexistente.

“Un GPS no puede traspasar los materiales de construcción de un estructura normal, con lo cual se pierde la señal. Lo mismo ocurre cuando entramos con el coche en el interior de un aparcamiento: al momento perdemos la señal del GPS. La idea es la misma con otras estructuras”, asegura Lacroix. “Tenemos que resolver ese problema y presentar una solución que funcione también en interiores.”

El rastreo de personas y objetos en espacios cerrados aún está dando sus primeros pasos, pero ya está evolucionando, según Lacroix. Muchas firmas del sector están usando su propia versión de una micro-localización para interiores, valiéndose de tecnologías como Bluetooth, RFID, Ultra-Wideband (UWB) y Wi-Fi.

“Como sector, todavía estamos intentando desarrollar una solución de tipo SBL para interiores que resulte asequible y precisa y al mismo tiempo sea capaz de localizar en el interior de una estructura”, explica Lacroix. Las soluciones actuales son caras y requieren una combinación de tecnologías ya existentes para garantizar un nivel aceptable de precisión en interiores; generalmente la barrera está en tres metros, o incluso menos.

La última tendencia en el desarrollo de SBL para interiores es el uso de Near Field Communications (NFC), la tecnología de comunicación inalámbrica de alta frecuencia y corto alcance que permite el intercambio de información entre aparatos electrónicos. NFC se está imponiendo por el hecho de ser más asequible y contar con componentes tecnológicos de seguridad de probada fiabilidad.

NFC y otras opciones

Puesto que la tecnología NFC se presenta como la opción más segura, una combinación de NFC y Wi-Fi podría ofrecer también una solución de accesos segura y precisa para espacios cerrados, en opinión de Lacroix. Pero existen también otras combinaciones.

“Por ejemplo, se puede conseguir también con tecnología Bluetooth. De esta forma, instalando nodos o receptores en el interior de la estructura en cuyo interior se encuentren los activos, se puede rastrear a una persona en el momento en el que entre en dicha estructura. A continuación, estos nodos extraen la información de, por ejemplo, su teléfono móvil, y esa información va al nodo y de allí al servidor. Con este recorrido triangular, puedo saber dónde está esa persona, y no sólo por dónde acaba de pasar.”

Esta tecnología también se puede utilizar para rastrear quién se halla en cada puerta de una estructura segura.

Pero aunque la tecnología para utilizar SBL para control de accesos en interiores ya existe, la fragmentación del mercado interno hace que su adopción por parte del usuario esté siendo lenta.

“Estamos viendo que cada mercado particular va a querer su propio tipo de solución para interiores, por ello hay tantas marcas distintas de tipos distintos de soluciones para interiores”, señala Lacroix. “Unos utilizan Wi-Fi, otros Bluetooth, y los hay que utilizan una combinación de ambas. Pero en estos momentos no hay una solución líder.”

Con todo, Lacroix cree que, teniendo en cuenta los constantes avances de la tecnología, no debemos estar muy lejos de un uso más extendido de SBL para control de accesos. Y seguramente será el usuario final quien dicte qué método vaya a adoptar el sector de forma más generalizada.

Por Rachel Sa

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