Por la Vía Rápida

Es el gran reto al que se han enfrentado los aeropuertos de Estados Unidos y del mundo entero: ¿Cómo cumplir las nuevas normas de control y seguridad de los viajeros sin que se produzcan retrasos, con el consiguiente descontento de los pasajeros? Por suerte, la tecnología ya está tomando cartas en el asunto.

Existen varios métodos “hi-tech” para verificar que los pasajeros son quienes dicen ser y no llevan artículos prohibidos en su persona ni en su equipaje. Con el programa Registered Travel de los EE.UU., uno puede hacerse una idea rápida de cómo son muchos de estos avances en la práctica.

La seguridad se fortalece
Tras el 11-S y una serie de graves incidentes que se han producido en vuelos aéreos desde entonces, el proceso de control de los pasajeros se ha vuelto cada vez más arduo. En primer lugar, un control previo con el ordenador; después hay que quitarse los zapatos, lo cual, además de no ser muy limpio, lleva bastante tiempo; por último, la odiosa prohibición de llevar líquidos a bordo de los aviones… con lo cual, llegar a la puerta de embarque a tiempo cada vez está más difícil.

Pronto se vio que una forma de resolver muchos problemas podía ser la creación de un sistema de seguridad alternativo para aquellos pasajeros que viajan a menudo por negocios, que además de ser los clientes que más utilizan los vuelos domésticos, son también los más apreciados por las líneas aéreas. En consecuencia, la Transportation Security Administration de los EE.UU. ha creado el programa Registered Traveler: las compañías privadas capaces de cumplir estas medidas de seguridad pueden solicitar la apertura de unas puertas de seguridad especiales en los aeropuertos de todo el país.

Así, un viajero que esté registrado en una de estas compañías podrá pasar a toda velocidad por estas puertas.

Protección para la clase ejecutiva 
Ahora bien, registrarse en esta categoría de viajeros no es tan sencillo, ya que las compañías deben asegurarse de que sus miembros no suponen un peligro para la seguridad, y son realmente quienes dicen ser.

Fly Clear (www.flyclear.com), el primer programa activo de Registered Traveler, recoge las siguientes medidas de seguridad:
• En primer lugar, se examinará el historial y los antecedentes de todos los solicitantes del programa.
• Se escaneará una huella dactilar y el iris de un ojo a todos los candidatos.
• Esta información será codificada en una tarjeta inteligente de identidad para que el personal de seguridad tenga la certeza de que dicha identidad está siendo utilizada por la persona correcta.

En total, se calcula que este proceso dura unas dos semanas; pero una vez que los miembros han recibido su pase Clear, saben que podrán circular por las líneas de los aeropuertos en cuestión de minutos, o incluso menos.

Para ello, en primer lugar los viajeros deben introducir sus tarjetas inteligentes en un lector; después, esperar mientras el escáner lee sus huellas dactilares o su iris (el contorno coloreado que rodea a la pupila del ojo).

Este método de seguridad biométrica ofrece una protección considerable a partir de una simple tarjeta con una foto, sobre todo si se utiliza el escaneado del ojo. El iris es un rasgo completamente único, que al no cambiar después del primer año de vida es menos proclive a generar falsas lecturas positivas o negativas que las huellas dactilares.

Para tener una medida extra de seguridad, en algunos aeropuertos los viajeros han de posar el dedo sobre otro escáner, llamado Trace, que detecta residuos de explosivos.

Sin zapatos, y ofreciendo un buen servicio
El mayor ahorro de tiempo, en cualquier caso, está en los primeros pasos: en primer lugar, los viajeros colocan su equipaje de mano en un escáner especial de equipaje que emplea la misma tecnología que los escaners médicos CT que se usan para buscar armas, cuya imagen más detallada elimina la necesidad de sacar el ordenador portátil de su funda. Los líquidos, de momento, tendrán que seguir viajando en esos neceseres de un litro de capacidad.

A continuación, los viajeros entran a una cabina equipada con tecnología de onda milimétrica. Gracias a una banda dotada de la mayor frecuencia de radio posible, se puede escanear la ropa sin que haya que quitarse la chaqueta ni el abrigo. Y por último, un escáner de calzado buscará explosivos usando la misma tecnología de imágenes por resonancia magnética (MR) que se usa en hospitales, y dejará entrar a los viajeros en la puerta, sin obligarles a desvestirse ni enseñar a todo el mundo el contenido de sus equipajes

Los representantes de General Electric, que fabrica algunos de los componentes de este sistema, entre ellos Trace, calculan que todo este proceso se puede completar en no más de 30 segundos.

Eso sí, tanta tecnología de la era espacial tiene su coste. Clear cobra a sus miembros 99 dólares anuales por el uso del servicio Registered Traveler, y de momento sólo está disponible en cinco aeropuertos: Cincinnati, Indianapolis, Orlando, San Jose y New York JFK (sólo en la Terminal 7).

En cualquier caso, pronto se sumarán a éstas varias localizaciones más. Y dado el alto nivel de seguridad que ofrecen estos sistemas para todos los viajeros, sólo queda esperar que en unos cuantos años sean ya más asequibles y los pueda utilizar todo el mu

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