No hay límites para los lectores inteligentes

Hasta no hace mucho los lectores de tarjetas funcionaban con patentes en propiedad, eran difíciles de instalar y servían sobre todo al propósito único de otorgar acceso a un edificio o a una parte del mismo. Hoy en día, los lectores y controladores de tarjetas se están convirtiendo en accesorios de la red, y como tales pueden jugar un importante papel en el sistema financiero de la compañía, según Dave Adams, director senior de marketing de producto y gestión de accesos de HID Global.

“Antes se asociaba el acceso lógico a conectarse a un sistema informático, mientras que el acceso físico era aquello que te permitía pasar por una puerta. Ahora la puerta forma parte de la red tanto como el ordenador”, afirma.

Los mismos datos empleados para abrir la puerta se pueden enviar simultáneamente a varias bases de datos distintas; por ejemplo, sistemas de temporización y espera, de vigilancia de video y de garantía de calidad. Los lectores de tarjetas de hoy en día son inteligentes, y además pueden almacenar muchos tipos de datos distintos.

“Puede que la información enviada desde el lector de tarjetas de acceso no sea utilizada para el control de accesos físicos, sino que vaya directamente al sistema de recursos humanos de la empresa”, dice Adams. “Con un diseño basado en IT e IP, resulta mucho más fácil limitarse a conectar un lector de tarjetas en la red y decidir después con qué áreas de la red corporativa debe comunicarse dicho lector.”

Control a distancia
Un ejemplo de nueva aplicación comercial lo hallamos en el sector del comercio minorista; se trata de un servicio de seguridad combinado llamado “entrega no atendida”. Los comerciantes a menudo reciben sus mercancías fuera de las horas de comercio, lo cual supone un enorme coste de personal. Ahora, cuando el repartidor pasa su tarjeta de control de accesos por el lector del comercio, no se abren las puertas del comercio, pero sí un canal que sirve para comunicarse a distancia con un miembro del personal (o una empresa de seguridad) dotado de video y audio bidireccional. De este modo se puede desconectar a distancia la alarma antirrobo y facilitar el acceso al repartidor.

Las tarjetas de control de accesos se dividen normalmente en dos grupos: tarjetas con banda magnética que hay que pasar por el lector, y tarjetas de proximidad que se comunican con el lector por medio de RFID, permitiendo al usuario no tener que sacar la tarjeta de su cartera o bolso.

Los lectores de ferrita de bario se empleaban con un modelo primerizo de tarjeta de proximidad basada en un material magnético alojado dentro del plástico, con un patrón único que dotaba a cada tarjeta de unas características únicas. Pero al ser frágiles y propensas a partirse, este tipo de tarjetas se están quedando obsoletas.

Mientras que las tarjetas de proximidad presentan muchas ventajas, la seguridad podría – al menos en teoría – resentirse del hecho de que los datos transmitidos por aire pueden ser interceptados. “Se supone que una tarjeta de frecuencias de radio podría ser leída por alguien que quisiera averiguar de manera furtiva un número de tarjeta u otros datos del usuario para realizar una copia de la tarjeta”, dice Adams. Una forma de vencer esta vulnerabilidad es usar un encriptamiento por algoritmos, que cambia los datos de transmisión cada vez que se utiliza la tarjeta.

Sin cables
La protección contra falsificaciones es mayor en un mundo organizado por redes, en el que cualquier fallo en la seguridad es detectado inmediatamente desde cualquier unidad de la red. Además, gracias a esta nueva tecnología, los paneles de control y los muchos cables que antes conectaban las puertas con el panel de control están siendo sustituidos por un único cable de Ethernet. Y con la nueva tecnología “Power over Ethernet” y un router de red apropiado, basta un solo cable de Ethernet para sustituir al cable de la alimentación.

En todo caso, los lectores desarrollados recientemente – como el cilindro digital de cierre Simons-Voss, el Salto XS4 o el sistema de ASSA ABLOY Aperio, que ofrece posibilidades inalámbricas para el control de puertas online – pueden funcionar con una sola pila durante varios años. Ello permite conectar de manera inalámbrica una cerradura mecánica a un sistema de control de accesos ya existente, y es una forma directa, fácil y cómoda de añadir más puertas que puedan ser controladas, aumentando así su seguridad y su fiabilidad.

El predominio cada vez mayor de cerraduras con tarjeta, sin llave, en hoteles y en hospitalidad turística, ha favorecido su amplia aceptación por parte de los consumidores, dice Adams. Es probable que muchos hogares domésticos pasen pronto de usar llaves físicas a controles de acceso basados en tarjetas u otras credenciales, y varias compañías están fabricando ya cilindros electrónicos inalámbricos con lectores de tarjeta alojados en su interior.

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