Modelos orientados al servicio

A medida que el mundo de la empresa va cambiando, estos cambios se reflejan en las soluciones que ofrece el sector de la seguridad. Y así, van apareciendo más modelos comerciales orientados al servicio – como es el caso del hosting (sistemas alojados) – con el objetivo de satisfacer las necesidades de control de accesos de los propietarios de pequeñas y medianas empresas.

Hay una serie de factores a tener en cuenta cuando se elige una solución de control de accesos, y muchas empresas están optando por delegar al menos una parte de la responsabilidad en un proveedor externo. Para el usuario final hay tres grandes opciones de control de accesos: el tradicional, el hosting y el de gestión externa.

En una solución de control de accesos tradicional, el usuario final compra el hardware y el software de control de accesos, instala el software en su propio ordenador y gestiona y se encarga él mismo del mantenimiento.

Una solución de gestión externa requiere que el proveedor del servicio instale el software y facilite un servidor externo desde el cual se maneja el software. El usuario final delega también la responsabilidad de la supervisión, el mantenimiento y la actualización del sistema en el proveedor del servicio.

Con una solución alojada, el proveedor del servicio instala el hardware de control de accesos y facilita un servidor externo para el software, pero el usuario puede entrar en él y ocuparse del mantenimiento del sistema por sí mismo, pagando normalmente una tarifa mensual o anual.

El Grupo RISCO es un pionero de este sistema. RISCO-una empresa de seguridad privada con sede en Israel y oficinas en Europa, Asia y Norteamérica-se dedica a fabricar software y hardware de control de accesos.

 
“Éste es un mercado muy conservador”, asegura Shai Sarig, vicepresidente de marketing del Grupo RISCO. “La tendencia más fuerte en estos momentos es ofrecer la seguridad como un servicio. De este modo estamos ofreciendo más soluciones, una mayor oferta.”

Dicha oferta se ha materializado en forma de una nueva e innovadora solución de servicios de hosting para sistemas de control de accesos.

Hasta ahora, si los propietarios de una empresa querían implementar un sistema de control de accesos, debían afrontar un gasto considerable para adquirir el hardware y el software. Es aquí donde entra el lanzamiento de la RISCO Service Platform (RSP), un modelo comercial que sigue la fórmula Software-as-a-Service (SaaS) – es decir, software como servicio -, junto con el sistema Axes Plus Access Control. Este modelo de SaaS permite a las compañías alquilar, con la fórmula del leasing, el hardware de control de accesos sin tener que preocuparse de servidores, configuración, gestión informática, actualizaciones, etc. Todo el software se aloja en un centro de hosting seguro de RISCO o de otro proveedor de este servicio.

“Muchas PYMEs quieren centrarse en su negocio”, afirma Sarig. “A veces no tienen expertos en informática, o bien no pueden ocuparse del mantenimiento y las actualizaciones de un sistema semejante. En cuanto al hardware, no siempre quieren invertir mucho dinero desde el comienzo de un proyecto.”

El resultado es que el cliente puede pagar por el servicio que necesitan en función del número de puntos de acceso, prestaciones y tipo de funcionamiento de cada caso.

“Con los sistemas de control de acceso se puede tener servidores gestionando el software que regula el hardware”, explica Michael Söderberg, director de desarrollo comercial de ASSA ABLOY. “Con lo cual hay que invertir en hardware, ordenadores y software, pagar las licencias y estar muy al día del funcionamiento de las plataformas. Con un modelo comercial orientado al servicio, es el proveedor del servicio quien se ocupa de todo en tu lugar: invierte en el hardware necesario, se encarga de alojar el software para que el usuario pueda acceder a la información que necesita y, al incorporar a varios clientes a un mismo sistema, consigue también economías de escala. Tú, como cliente, pagas una cuota mensual.”

Hecho esto, las empresas pueden implementar un sistema de control de accesos con una inversión inicial moderada que es sustituida después por un alquiler mensual, lo cual les permite invertir capital en su negocio, y no en su sistema de control de accesos.

“Pocas son las empresas que cuentan con grandes cantidades de dinero”, dice Söderberg. “Y lo que tienen, prefieren invertirlo en sus actividades principales.”

La RISCO Service Platform se encarga de la videovigilancia, la alarma y el control de accesos, todo ello como servicio. Esto elimina gastos en tecnología y preocupaciones con los ordenadores, permitiendo a los clientes centrarse en sus necesidades de seguridad.

Según Sarig, existen grandes ventajas cuando se trata de gestionar varios entornos. “Si la sede de una oficina está en un país y además se tienen múltiples sucursales en varios países, se puede usar el mismo sistema de control de accesos para gestionar todas ellas”, explica. “Y si eres el encargado de seguridad, también puedes atender todas las sucursales, ya que puedes acceder al sistema desde cualquier sitio.”

Söderberg compara este nuevo modelo comercial orientado al servicio con la relación que hay entre el inquilino de una casa y el propietario.

“Es similar,” dice. “La empresa que ocupa un edificio paga su alquiler mensual, se instala allí y todo funciona perfectamente: la electricidad, la calefacción, etc. Lo tiene todo allí, y además gestionado por una empresa encargada de la propiedad.”

Y lo mismo se puede decir de los sistemas de seguridad electrónica.

Los clientes de RISCO siguen siendo libres de adquirir el hardware completo. Y otras empresas más grandes, que cuentan con sus propios medios de hosting, pueden optar por ocuparse ellas mismas de alojar el software. “Estamos ofreciendo varias soluciones, para que se pueda usar este plataforma con modelos comerciales distintos”, dice Sarig.

 
Otro ejemplo de control de accesos alojado es la solución CLIQ Remote de ASSA ABLOY, con servidores de cuyo alojamiento se ocupa actualmente ASSA ABLOY. Utiliza tecnología inalámbrica que permite programar cilindros y llaves a distancia y otorgar derechos de acceso a lugares remotos pero seguros.
 
“CLIQ Remote es una solución electromecánica en la cual las llaves y cilindros parecen cilindros mecánicos de toda la vida”, explica Anders Borg, director de CLIQ Platform en ASSA ABLOY. “Pero hemos equipado el hardware con componentes electrónicos que permiten actualizar las llaves a distancia.”

Hasta ahora había que actualizar las llaves en persona, lo cual era un gasto de tiempo y dinero. “Había que ir a un administrador, insertar la llave en el programador y esperar un rato hasta poder extender la autoridad de acceso”, dice Borg. “Ahora, tu administrador puede efectuar los cambios, y el portador de la llave solo tiene que dirigirse a un actualizador a distancia y descargarse su acceso.”

Gracias a esta solución alojada, el usuario final se ahorra el coste del hardware y de los servidores, si bien debe hacer frente al coste de administrar el sistema por sí mismo.

AMT Inc. es un proveedor de soluciones de seguridad totales que ofrece software, hardware y servicios de gestión de sistemas. Es el fabricante de WebBrix, una solución de software alojada que ha sido diseñada para que cualquier distribuidor le pueda asignar su propia marca. AMT ofrece WebBrix de tres formas distintas. Un distribuidor puede adquirir WebBrix, asignarle un nuevo nombre y ponerla a funcionar en los propios servidores de AMT. O también puede comprar el software para que funcione con servidores de su propio centro de datos. Por último, WebBrix también está disponible en forma de solución tradicional, no alojada, por la cual un usuario final puede comprar el software y hacerlo funcionar en su propio servidor.

Dean Forchas, director de desarrollo comercial de AMT, compara la facilidad de uso y la tranquilidad que da una solución de control de accesos alojada con el uso de una cuenta de correo electrónico de Internet.

“Si usas el correo de Gmail o Yahoo, son ejemplos de Software-como-Servicio (SaaS). De modo que si tu ordenador deja de funcionar, tus datos están perfectamente seguros en un servidor externo alojado en algún sitio”, afirma. Mientras que usar un programa de correo que esté directamente instalado en un ordenador requiere una instalación, una configuración y mantenimiento, con el añadido de que si el ordenador se estropea, es muy probable que se pierdan datos (a no ser que se haya sido muy metódico con el back-up).

Al igual que una cuenta de correo de Internet, una solución de control de accesos alojada supone una gran tranquilidad para el usuario, dice Forchas. El cliente no tiene que preocuparse del mantenimiento del servidor ni de hacer back-up de sus datos en prevención de que el sistema falle.

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