Más allá de tus llaves actuales
La llave de casa ya no tiene por qué ser una llave. Los llaveros digitales, las huellas dactilares y los móviles cumplen su misma función. Hay cientos de opciones disponibles en el mercado, y aún quedan más por llegar. ¿Cuáles son las favoritas del propietario?
Para entender mejor las diversas actitudes que existen hacia las distintas alternativas para las credenciales residenciales, ASSA ABLOY ha realizado encuestas en países de Europa y Oriente Medio. En ellas se preguntaba a los participantes por sus opiniones sobre aquellas credenciales residenciales no tradicionales: llaveros digitales, teclados, biometría y NFC (comunicación de corto alcance).
Hubo claras diferencias entre las respuestas de los más jóvenes y los mayores; estos últimos quieren que las nuevas tecnologías ofrezcan más seguridad, mientras que los encuestados menores de 40 años valoran más aquellas opciones que aportan más comodidad.
Biometría
La biometría, presente en el uso de huellas dactilares o en el escaneado de retina, se revela como la opción más futurista: para muchos encuestados, se trata de un sistema a prueba de falsificaciones. Pero hay quien cuestiona la eficacia de los escáneres biométricos a la hora de operar a temperaturas extremas.
Frank Fourchalk es periodista y experto en seguridad; actualmente dirige la web Yourhomesecurity.ca. desde British Columbia (Canadá). Fourchalk confirma la idea de que los lectores biométricos nunca han funcionado muy bien en climas fríos. “El problema es que la tecnología aún no ha llegado a ese punto”, señala.
“La ven en las películas y les parece algo muy sexy y atractivo
“A los propietarios domésticos de Norteamérica siempre les ha intrigado la biometría”, afirma Jason Williams, director general de Yale Residential. “La ven en las películas y les parece algo muy sexy y atractivo. Pero en el fondo tampoco ofrece mucho más que un portero automático con un teclado numérico. Y es mucho menos cómoda, porque es necesaria la inscripción de los distintos usuarios.”
Con esto quiere decir que si, por ejemplo, tu abuela viene de visita, no basta con “dejarle la llave”. También hay que introducir sus huellas dactilares en el sistema, para lo cual se requiere su presencia por adelantado.
Dicho esto, añade Williams, es muy pronto para desechar la biometría como posible control de acceso residencial. “De momento, resulta más compatible con usos de cierres comerciales. El coste y la fiabilidad son dos factores esenciales. Puede que dentro de un tiempo estas dos curvas se acaben encontrando y dispongamos de un sensor biométrico fiable y resistente que además rentabilice su coste. Hoy por hoy, esto no existe.”
Porteros automáticos con teclado numérico
Este tipo de porteros se percibe como una opción rápida, fácil de usar y cómoda, puesto que no es necesario que el usuario lleve consigo una llave ni nada parecido –algo que resulta muy atractivo al usuario doméstico–. Pero ciertos hábitos muy extendidos pueden convertirse en sus puntos débiles.
“Si vives en una urbanización o en un bloque de apartamentos, por ejemplo”, dice Fourchalk, “puede que digas a tus amigos: “ven y teclea el 1-2-3-4 siempre que quieras”.”
En un teclado muy desgastado por el uso, los números pueden llegar a borrarse, lo cual puede incluso llegar a revelar un código de acceso.
Mandos a distancia
Los mandos a distancia son un instrumento de control de acceso muy común en el mercado. Muchos conductores, por ejemplo, se han acostumbrado ya a abrir y cerrar las puertas de sus vehículos con tan solo pulsar un botón. Aunque muchos de los mandos que se utilizan para controlar accesos requieren gran proximidad, a algunos participantes en la encuesta de ASSA ABLOY les intrigó mucho la idea de poder abrir la puerta de casa a distancia al igual que hacen con el coche.
Lo más preocupante del uso de mandos para accesos residenciales es que, al igual que ocurre con las llaves tradicionales, los mandos se pierden o pueden ser robados con mucha facilidad. Y desde el punto de vista de la comodidad, a muchos usuarios no les hace gracia la idea de tener que andar buscando en sus bolsos o bolsillos para encontrar el mando, como pasa con la llave.
NFC
Aunque la tecnología NFC (Near Field Communication, “comunicación de corto alcance”) era la menos conocida entre el público en general, ha sido valorada como una tendencia con grandes posibilidades.
“Con NFC, se ejerce el control de accesos de manera muy sencilla”, dice Williams. “Bastan un móvil y una cerradura, y ya está hecho.”
Con la tecnología NFC, el usuario podría utilizar su teléfono móvil para abrir la puerta de su casa. Además, los nuevos tipos de software y telefonía móvil permitirían al usuario enviar una llave electrónica de forma inalámbrica a otros teléfonos equipados con NFC.
Fourchalk elogia la NFC por su comodidad. “Con la tecnología NFC, la biometría nos va a parecer anticuada en muy poco tiempo”, predice. “Imagínate que has dejado el horno encendido, estás en el trabajo y puedes enviarle a tu vecino una llave.
Lo que más reservas genera entre los encuestados, poco familiarizados aún con el funcionamiento de esta tecnología, es la posibilidad de que un móvil equipado con NFC pueda ser robado con una llave digital en su interior.
Yale Residential ha desarrollado recientemente la cerradura Yale Doorman NFC, en cooperación con la coreana iRevo. “La seguridad que ofrece NFC en su conjunto es uno de los aspectos que más preocupan a la gente”, asegura Williams. “Pero si examinamos las prestaciones de una llave normal nos encontraremos con los mismos problemas en caso de robo; la diferencia es que con NFC se puede neutralizar el robo. Es como perder una tarjeta de crédito: llamas a tu compañía y te aseguras de que nadie la vaya a utilizar. Con NFC harías lo mismo: llamar a tu proveedor de servicio y desactivar las llaves móviles, sin mayor problema.”
Al igual que con otras aplicaciones “sensibles” que utilizan muchísimas personas desde sus móviles, los usuarios pueden añadir niveles adicionales de seguridad; por ejemplo, contraseñas.
Fourchalk quita hierro a los problemas potenciales de seguridad que surgen en torno a NFC; en su opinión, son las típicas pegas que será necesario resolver antes de que el sistema se generalice.
“La tecnología ya está ahí, ya la tenemos; ahora nos toca afinarla y solucionar algunos de esos problemas. Pero la tecnología en sí, la idea en que se basa y el proceso en su conjunto son lo mejor que he visto en el sector”, asegura.
Para más adelante, Williams prevé una plataforma que permita a los usuarios de NFC consultar su historial de accesos y los horarios que han preestablecido. “Si tienes una empleada de la limpieza que siempre va a tu casa el mismo día y a la misma hora, puedes otorgarle acceso solo durante ese lapso de tiempo”, explica. “Esto no solo es cómodo; también es un plus de seguridad.”
NFC puede revelarse como la opción más adecuada para control de accesos residencial, pero ¿cuándo podrán los propietarios domésticos acceder a soluciones NFC en el mercado?
“Lo que necesitamos es que los móviles con NFC estén disponibles”, dice Williams. “Ya se han lanzado unos cuantos al mercado, pero estoy seguro de que en los próximos 12-18 meses veremos una gran oferta de este tipo de teléfonos. En 2013, NFC va a ser la tecnología favorita de los usuarios más avanzados.”
Fourchalk se muestra de acuerdo en que aún es prematuro hablar de NFC para accesos residenciales.
“Hace falta que esta tecnología para móviles se extienda por todas partes. Pero para las nuevas generaciones, que han crecido con el móvil y el mensaje de texto, NFC va a ser la norma. No van a tener el menor reparo en abrir puertas con sus móviles. Entonces será cuando NFC alcance el nivel de masa crítica.”
Por Rachel Sa