Los hoteles, a examen

La última vez que estuviste en un hotel, lo más probable es que no tuvieras que comprobar la calidad de las cerraduras. Seguramente te fijaste más en la calidad del restaurante, o si el uso de la sauna iba incluido en el precio. Tal vez…, y sólo tal vez, comprobaste dónde estaba la salida antiincendios antes de irte a dormir.

No, la seguridad no es la mayor preocupación de los huéspedes; a no ser, por supuesto, que algo falle. En ese caso sí querríamos saber por qué fallaron esos sistemas que creíamos que funcionaban perfectamente.  

Safehotels es una empresa con sede en Goteburgo (Suecia) que ofrece asesoramiento sobre seguridad en hoteles y otorga certificados de seguridad a hoteles. Su CEO Hans Kanold afirma que la seguridad de un hotel consiste en una combinación de factores. “Por un lado está el hardware, como las cerraduras, los circuitos cerrados de TV, las alarmas antiincendios”, dice, “pero también está el software: las costumbres adecuadas, la preparación, los servicios de primeros auxilios, los conocimientos del personal.”  

Hardware y cuidados
Saber cómo tratar a alguien que ha bebido más de la cuenta forma parte del trabajo de los empleados tanto como saber dirigir a los huéspedes hacia una salida antiincendios en caso de emergencia. “¿Cómo reacciona un miembro del personal de limpieza cuando, estando fuera de una habitación, alguien se le acerca y le pide que le abra la puerta, puesto que se ha olvidado la llave?” pregunta Kanold. “Se puede ver como un buen servicio si el empleado de limpieza dice “Por supuesto, señor, ahora mismo”, pero desde el punto de vista de la seguridad el buen servicio sería contestar:”Por razones de seguridad, tengo que pedirle que baje a recepción y pida la llave”.”  

El hardware es importante, pero no lo es todo, añade. “Hay hoteles en los que el hardware es bueno, pero el mantenimiento es pobre, y hay hoteles en los que la tecnología es quizá más antigua, pero hay una buena preparación.” Los parámetros varían enormemente: “Hay hoteles de cuatro y cinco estrellas con cerraduras de los años 50 ó 60. Y muchos se sorprenderían de las diferencias que hay entre los sistemas antiincendios de cada hotel.”  

Los hoteles son lugares tan peligrosos como el mundo que los rodea. En un hotel en el que se esté celebrando una gran conferencia habrá cientos de personas circulando, todos ellos desconocidos. Kanold cree que corresponde al personal comprobar que no haya personas “inapropiadas” en recepción. En su opinión, sería bueno que existiera más control sobre cómo accede la gente a las habitaciones, siendo necesarios lectores de tarjeta para atravesar puertas y entrar en ascensores.

Es un equilibrio complicado: “No queremos que el hotel parezca Fort Knox”, dice, “pero mientras que una persona está dispuesta a ser registrada exhaustivamente en un aeropuerto, donde incluso se le pide que se descalce, se siente incómoda si tiene que utilizar su tarjeta lectora más de la cuenta en un hotel.”  

Kanold cree que esto está cambiando y que las personas son cada vez más conscientes de la necesidad de seguridad. Pero no está de más hacerle la vida más fácil a un huésped, sobre todo si así mejora la seguridad. La identificación por frecuencias de radio (RFID) parece estar inundando el sector hotelero. En el caso de las tarjetas-llave con RFID, basta con acercarlas a un lector, lo cual ya es en sí mismo un gran avance frente a los sistemas antiguos.  

Las ventajas de RFID
Gard Gabrielsen, Director de Marketing de Producto de VingCard Elsafe, afirma que “todos los viajeros conocen la experiencia de tener que pasar su tarjeta-llave con banda magnética una y otra vez por la puerta, probando de mil maneras.” Eso se acabó ya gracias a la tarjeta RFID, que no tiene por qué ser siquiera una tarjeta. El chip de RFID se puede instalar en una muñequera o en un brazalete, lo cual es un detalle que agradecerán los turistas que quieran bajar a la piscina.  

Gabrielsen afirma que las tarjetas de RFID también tienen ventajas para el hotel. Son más seguras que la tecnología de banda magnética. “Las tarjetas con RFID llevan instalada una tecnología exclusiva anti-clonación con objeto de evitar la clonación de tarjetas RFID válidas de huéspedes o empleados.”  

Además, las tarjetas con RFID permiten un control mucho mayor de lo que está ocurriendo. Con las tarjetas magnéticas, sólo los lectores de puertas registran los eventos, mientras que las cerraduras RFID pueden escribir sobre tarjetas RFID. Así, es posible realizar un seguimiento de los movimientos de un miembro del personal con tan sólo ver su tarjeta, en vez de tener que leer cada cerradura. Incluso la información sobre si hay poca batería en el lector de la puerta se puede transferir a la tarjeta, lo cual facilita el mantenimiento del sistema.  

Las tarjetas RFID también se pueden usar como identificación para cobrar servicios, por ejemplo las consumiciones realizadas en la piscina. Esto ayuda al hotel a integrar su sistema de facturas, además de resultar atractivo para los huéspedes.

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