Hora de cerrar
Sobre el papel, el funcionamiento mecánico de un cierrapuertas parece bastante básico.
“Con un cierrapuertas puedes estar seguro de que tu puerta… se cierra”, explica Matt Burstein, Manager Senior de Ventas y Adquisiciones de Sentinel Door Controls.
Pero eso no es más que el comienzo…
Un cierrapuertas es un dispositivo mecánico que cierra una puerta después de que alguien la abra. Es parte integral de todos los edificios comerciales, y en Estados Unidos debe estar presente en todas las entradas y salidas, así como en las puertas de seguridad antiincendios.
El cierrapuertas tiene dos funciones principales. En primer lugar, controlar la puerta cada vez que se abre y se cierra, protegiendo la apertura y evitando que la puerta se cierre demasiado rápido o con un portazo, lo cual podría causar daños. En segundo lugar, aporta seguridad.
“Los cierrapuertas son componentes esenciales para la seguridad de bienes y personas”, dice Dave Gray, Manager General de Norton Door Controls. “La mejor cerradura del mundo no tendrá eficacia alguna si la puerta no se cierra hasta el final.”
Que la fuerza te acompañe
En un cierre manual, la resistencia que sentimos cuando abrimos la puerta para entrar es la compresión del muelle del cierrapuertas. También estamos moviendo el fluido hidráulico que se utiliza para gestionar la velocidad de la puerta, lo cual evita que la puerta quede abierta balanceándose. Cuando soltamos la puerta, la energía almacenada en dicho muelle cierra la puerta. El fluido hidráulico controla el cierre y evita que la puerta se cierre con un portazo.
La pérdida de fluido hidráulico como resultado de un mal uso o de un fallo en el diseño suele ser la razón más habitual por la cual los cierrapuertas fallan al cabo de un tiempo.
“Los procesos de montaje en la fabricación juegan un papel muy importante a la hora de maximizar el ciclo vital del cierrapuertas”, afirma Gray. “En Norton hemos utilizado técnicas tales como un procesamiento vibratorio de las piezas internas para reducir el desgaste, un aceite para cierres con aditivos anti-desgaste desarrollados específicamente para cierrapuertas y una cuidadosa selección y testado del material sellador para aumentar su ciclo vital.”
Las cuestiones relativas al diseño en los cierrapuertas tienen que ver a menudo con su eficacia, y se debe contar con la fuerza suficiente para vencer la resistencia y cerrar la puerta con éxito. “Para determinar qué cierrapuertas conviene utilizar hay que tener en cuenta factores como la fricción y la resistencia. ¿Qué peso y qué tamaño tiene la puerta? ¿Se atasca la puerta con la alfombra, por ejemplo? Un cierrapuertas eficaz debe poder superar una multitud de obstáculos para ejercer una acción de cierre satisfactoria”, dice Gray.
Oculto o expuesto
Otro reto relativo al diseño deriva del hecho de que la mayoría de los cierrapuertas deben instalarse en lo alto de la puerta o en el marco. “Los cierrapuertas suelen estar a la vista”, dice Burstein. “Por tanto, el vandalismo puede ser un problema, y no siempre se puede evitar que la gente los utilice para colgar cosas.”
Los cierrapuertas suelen estar instalados en el exterior, quedando por tanto a la vista, o escondidos en la parte superior del marco de la puerta, explica Burstein. A una escala mayor, existen también cierrapuertas de suelo, que son mecanismos de alto rendimiento instalados en el suelo para controlar puertas de gran peso y tamaño.
“Pero una ventaja de los cierrapuertas instalados sobre la superficie es que suelen durar más”, añade Burstein. “Los cierrapuertas ocultos o cierrapuertas de suelo tienen una cantidad limitada de fluido hidráulico que se puede ir agotando. Un cierrapuertas instalado en la superficie puede durar para siempre si se trata como es debido.”
Gray aconseja a los clientes que piensen en su cierrapuertas como si fuera el sistema de frenos de un coche. Ambos utilizan pistones y fluido hidráulico, dotando a su usuario del beneficio de la seguridad. Pero al igual que ocurre con los frenos de un coche, para que un cierrapuertas funcione correctamente se debe mantener el fluido a un mismo nivel durante un largo período; a menudo, más de diez años sin reparaciones.
Con el objetivo de combinar eficacia, una larga vida y facilidad de manejo, Norton ha desarrollado el nuevo cierrapuertas Trinity. Se distingue de los cierrapuertas tradicionales porque utiliza una combinación de electrónica, hardware y software para autorregularse, ajustándose a sí mismo a las variaciones de su entorno.
Autosuficiencia
En muchas aplicaciones comerciales, los cierrapuertas se deben reajustar manualmente para compensar los cambios de estación, explica Gray. “Cuando se instala un cierrapuertas, se ajusta correctamente para garantizar que la puerta se cierre de forma fiable en el pestillo, sin portazos y sin balancearse llegando a golpear la pared.”
Los cierrapuertas pueden necesitar reajustes para garantizar un cierre eficaz a medida que las estaciones van cambiando, con las consiguientes alteraciones de temperatura y presión atmosférica en el interior de un edificio.
El Trinity supone un ahorro de tiempo y dinero al ser capaz de reajustarse a sí mismo.
“Con el tiempo, si el cierrapuertas nota que la puerta no se está cerrando a la velocidad fijada originalmente, se ajusta a sí mismo para compensar y regresar a los parámetros iniciales.”
Y el Trinity logra esto sin necesidad de una instalación cara o un cambio regular de pilas. El acto de abrir la puerta hace girar un piñón que activa un generador, el cual a su vez pone en marcha el sistema electrónico que controla el cierrapuertas.
“Un cierrapuertas básico es muy fácil de fabricar”, dice Gray. “La tecnología no ha cambiado mucho en los últimos 100 años. Pero lograr que un cierrapuertas sea eficaz y además duradero… para eso hace falta una selección muy cuidadosa de los materiales y una gran precisión en la fabricación.”
me gustaria saber como relugar la resistencia de apertura de un cierra puertas externo
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