Hagan sus apuestas por RFID

La tecnología RFID (Radio Frequency Identification) está siendo utilizada para rastrear todo tipo de cosas: cruces de fronteras, ganado, muestras de sangre, cerveza y otros productos de consumo. La última aplicación de RFID se dirige a casinos y bares, dos entornos que pueden beneficiarse sustancialmente de la tecnología de rastreo para evitar pérdidas y prevenir falsificaciones.

Holland Casino es, con sus 14 casinos, el mayor casino que hay en funcionamiento en los Países Bajos. A finales de 2006, Holland Casino hizo un pedido de 950.000 chips con RFID incorporada a Gaming Partners International Corporation, uno de los mayores fabricantes de chips para aplicaciones de juego.

“Con los nuevos chips RFID, en Holland Casino estamos mucho más tranquilos en lo que respecta a la seguridad, tanto ahora como de cara al futuro”, dice Amber C. Ho-a-Sjoe, vicepresidente de gestión de producto del Holland Casino.

No son los únicos. El casino Galaxy Star World de Macau, el casino Wynn y el Hard Rock Hotel and Casino de Las Vegas ya utilizan chips con transmisores de RFID incorporados para luchar contra el fraude en sus casinos; en otras palabras, para evitar falsificaciones.

Frecuencias distintas
Los chips con RFID impedirán que la gente se lleve los chips fuera del casino, un problema al que se enfrentan desde hace mucho tiempo y aún no han sido capaces de resolver. También permite a los cajeros del casino averiguar si el valor de los chips que tienen delante coincide con las cuentas del escáner.

Los chips para aplicaciones de juego están disponibles tanto en baja frecuencia (125 KHz) como en una nueva versión de alta frecuencia (13.56 MHz). La tecnología más reciente brinda un mayor nivel de seguridad, ya que es más difícil de falsificar. La información también se puede escribir directamente en los chips, mientras que la tecnología de 125 KHz sólo sirve para leerlos.

Según los fabricantes de chips Dolphin Products, la versión de alta frecuencia es capaz de procesar datos con un rapidez ocho veces mayor que la tecnología de baja frecuencia, y además tiene una mayor capacidad de memoria (más de 10.000 bits).

Que siga el juego
Mientras que la autenticación de chips sigue siendo el uso principal de RFID en la mesa de juego, en el futuro la tecnología permitirá realizar un seguimiento de los jugadores y emplear sistemas de gestión de mesa más sofisticados.

Gracias a los chips con RFID, los casinos podrán controlar las apuestas con mucha mayor exactitud. RFID también se podría utilizar como un medio más preciso de examinar a los jugadores; por ejemplo, para saber cuánto apuestan y para tentarles con pequeñas victorias. Una regla general de los casinos es intentar que el juego continúe a toda costa.

Por ejemplo, con las máquinas tragaperras, que constituyen casi el 80% de los ingresos de los casinos, en los últimos diez años los casinos han desarrollando toda una ciencia de cómo avivar el interés de los jugadores con un flujo constante de recompensas y premios.

“Queremos trasladar esa misma mentalidad a los juegos de mesa”, dice Bart Pestrichello, vicepresidente de operaciones de casino del Hard Rock Hotel and Casino de Las Vegas. “Es decir, dar a los jugadores pequeñas recompensas por sus apuestas y decisiones.”

Gerard Charlier, presidente y CEO de Gaming Partners International Corporation, cree que se avecinan grandes cambios: “Creemos que en diez años las fichas de todos los casinos del mundo llevarán RFID incorporada; sin duda recordaremos esta era anterior a RFID como una edad oscura en la historia del rastreo de jugadores y de la lucha contra el fraude.”

Mientras, en el bar del casino…
El uso de RFID se extiende también a los bares. En junio de 2006, el casino y hotel Las Vegas Treasure Island instaló un sistema de rastreo de bebidas alcohólicas por RFID en sus cuatro bares. El Beverage Tracker, suministrado por Capton, una empresa proveedora de tecnología de rastreo de bebidas alcohólicas de San Francisco, comunica a un ordenador la cantidad de alcohol que se ha servido gracias a la RFID instalada en el medidor de las botellas.

El chip de RFID se coloca en el medidor y se activa cada vez que se sirve una bebida. Además de controlar cuánto alcohol se sirve, y a qué hora, el sistema puede llevar a cabo inventarios para el propietario del bar, tarea que hasta ahora solía realizarse de forma manual.

Según la página web de Capton, el gasto anual que genera el desperdicio de bebidas alcohólicas (ya sea por consumiciones gratuitas, por robos o porque se sirve de más) asciende a 7.000 millones de dólares. Con RFID, se puede responder de cada gota servida.

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