Enviando mercancías de forma segura
El ser humano es el eslabón más débil de la seguridad en la cadena de suministros, pero las soluciones que usan RFID y GPS están ofreciendo algunas opciones interesantes para el futuro.
Cada vez que corren tiempos duros, como ocurre en épocas de recesión económica o inestabilidad política, los expertos en cadenas de suministros –y la policía– detectan un aumento de los distintos tipos de ataque a mercancías en tránsito.
“La seguridad de la cadena de suministros se enfrenta a todo tipo de ataques por parte de individuos, ya sean falsificaciones, contrabando, robos o ataques terroristas”, dice Luca Urciuoli, catedrático y experto en logística técnica de la Universidad de Lund (Suecia).
Y nos recuerda que hoy en día corren tiempos duros.
Hay varias soluciones tecnológicas disponibles. Existen distintas clases de métodos de seguimiento (navegación por GPS, etiquetas RFID) que permiten a los usuarios saber en todo momento dónde está su envío. “Si alguien rompe un sello o roba un contenedor, se envía una alerta instantánea a un equipo de seguridad que contactará inmediatamente con las autoridades legales, así como con los comerciantes responsables del envío”, explica Urciuoli.
Estas tecnologías no están pensadas para evitar ataques a las mercancías, sino más bien para detectar y facilitar su recuperación, añade.
Protección del contenedor
“Contamos con medidas de seguridad sencillas pero efectivas para proteger nuestros contenedores, pero no usamos etiquetas de alta tecnología ni nada por el estilo”, dice Lars Lorenzen, director de seguridad de Maersk Line, una división del Grupo A.P. Moller – Maersk.
“Lo hemos considerado, tanto por nuestra cuenta como dentro de un programa a nivel de todo el sector. En concreto, RFID nos podría ser de ayuda, y la cuestión principal no es tanto técnica como de implementación. Si RFID va a ser eficaz con los contenedores, es necesario introducirla en todo el proceso, es decir, en naves para camiones, aeropuertos, astilleros, depósitos de carga en tierra y terminales de contenedores, y debe estar conectada con una red común que use también una tecnología común”, añade Lorenzen.
Lo cual sería una inversión considerable que Maersk no está dispuesta a hacer de momento, y menos aún cuando los sellos de alta seguridad de la compañía de transportes pueden cumplir esa función.
Urciuoli comparte la preocupación de Lorenzen por el tema de la estandarización.
“Imaginemos que queremos colocar una etiqueta de radiofrecuencia en un contenedor. Necesitaríamos también lectores en las puertas de las terminales a lo largo de toda la cadena de transporte, y también comunicar esa información a las partes que realizan la transacción. Un sistema de datos de ese tipo tendría que estar integrado con los sistemas tradicionales de las compañías propietarias de la terminal”, dice Urciuoli.
Una tecnología siempre debe ser ampliamente aceptada por tus socios, concluye.
Etiquetado y seguimiento
Lorenzen no espera que se produzca un etiquetado a gran escala en un futuro próximo.
“Me parece muy improbable, a no ser que haya un empuje repentino por parte del gobierno en esa dirección. Esta presión tendría que proceder de la Comisión Europea, o bien de Estados Unidos o China”, afirma. “Hay demasiados obstáculos prácticos, como por ejemplo el hecho de que nosotros estemos usando sus contenedores, y ellos los nuestros. Muchas empresas del sector temen que tengamos que empezar a actualizar la tecnología de los contenedores.”
Y hasta el momento, las ventajas no justifican la inversión en nueva tecnología para las líneas de transporte de Maersk. “Ahora mismo, es difícil ver un argumento claro para ello a nivel comercial”, dice Lorenzen.
Urciuoli enumera una serie de retos técnicos. “Con RFID, las grandes cuestiones son los costes y los estándares de datos, mientras que con los GPS el reto está en solucionar la duración de la batería y ciertos problemas de antibloqueo, además de lograr que los dispositivos sean más pequeños y más baratos”, afirma.
“En unos años llegaremos ahí”, añade Urciuoli, que opina que la investigación de avances tales como dispositivos recolectores de energía ofrecerán soluciones factibles para el futuro.
Como ocurre en cualquier carrera de armamento, la carrera entre las compañías de transportes y las personas que intentar interceptar las mercancías no termina nunca. Incluso con un dispositivo de seguimiento de alta tecnología, las cosas pueden ir mal; y de hecho, lo hacen.
“En un caso reciente de transporte de oro, un contenedor dotado de alta seguridad llegó a Bélgica procedente de Italia lleno de pesas de gimnasio. El robo sólo fue descubierto cuando el contenedor llegó a su destino”, dice Urciuoli.
A pesar de todos los retos que hay, y en vista de que los seres humanos somos el eslabón más débil de la cadena, Urciuoli espera ver en el futuro la aplicación de ciertas soluciones tecnológicas a contenedores y palés.
“A un empleado se le puede persuadir, secuestrar o chantajear para que mueva la mercancía, y un guardia de seguridad podría formar parte de la operación”, dice Urciouli. “El reto está en lograr un transporte y unas operaciones de seguridad completamente automatizadas.”
Por Risto Pakarinen