El “abrefácil”
A nadie se le ocurriría cambiar el mando de distancia para abrir el coche por una llave tradicional, y en cambio son muchos los propietarios de viviendas que prefieren las llaves a un nivel equivalente de seguridad y comodidad.
Las cerraduras de control remoto para uso residencial están poco extendidas por Europa y otras zonas, mientras que en Sudáfrica, Estados Unidos y Corea son muy comunes. Magnus Eriksson, manager de producto de Cerraduras Electromecánicas de ASSA, cree que ello se debe a la mayor concentración de comunidades valladas y de edificios de seguridad en dichos países: “En Sudáfrica, por ejemplo, es muy normal usar mandos de control remoto para acceder no sólo por la entrada principal, sino también por la puerta del garaje o por la puerta de la verja que rodea a la casa o al bloque de apartamentos.”
Y añade que para los administradores de una comunidad vallada es mucho más cómodo (y barato) cambiar una llave electrónica perdida que una mecánica. “Si se pierde una llave electrónica, se borra el código electrónico y se emite una nueva al momento”, explica Eriksson.
Multitarea
Las cerraduras electromecánicas pueden aportar esa misma flexibilidad y comodidad a hogares de comunidades no valladas, como ya han descubierto algunos “pioneros” en Australia y Suecia.
En una encuesta realizada por ASSA ABLOY entre propietarios que han instalado cerraduras electromecánicas en sus hogares, muchos se deshicieron en elogios hacia esta cerradura por haberles librado de las molestias que suponían las llaves.
“Me gusta la función de control remoto. Es tan cómoda… basta con pulsar el mando mientras vas del coche a la puerta”, dijo un usuario. Y otro añade: “Es muy práctica; abres la puerta y los niños ya pueden entrar.”
La otra ventaja que citan los usuarios es su mayor seguridad; admiten también que ahora tienden a cerrar la casa con llave con más frecuencia de lo que era habitual antes de instalar esta cerradura.
Los usuarios también aprecian mucho la función antipánico de la cerradura, que garantiza la posibilidad de abrir la puerta con la manilla de dentro en todo momento. “Si hay un incendio, siempre es posible salir”, dijo un encuestado.
Un “bip” de bienvenida
Para Ann Olving, que instaló una cerradura electromecánica en su vivienda de Suecia hace casi un año, la función de salida de emergencia es sólo una de las muchas ventajas que presenta sobre las cerraduras tradicionales. “Me gusta poder abrir una puerta cerrada con llave con tan sólo hacer presión sobre la manilla, y la comodidad de usar el mando a distancia o el botón de la cerradura para abrir la puerta cuando voy muy cargada. Es más fácil dejar la puerta abierta o cerrada que con las cerraduras antiguas, y si te olvidas de cerrar la puerta se oye una señal de aviso, lo cual está muy bien”, añade.
El único problema que le ha causado su cerradura electromecánica ha sido tener que cambiarle las pilas a los seis meses.
¿Se atrevería Olving a recomendar el uso de cerraduras electromecánicas? “Ya lo he hecho”, contesta. “Muchos amigos se interesan por la cerradura cuando vienen a casa y descubren que usamos un sistema distinto. Antes, nadie me había preguntado por mi cerradura.”
* Indica campo obligatorio