¿Apple hace esperar a la NFC?
VISA realiza pruebas comerciales con iPhones y se rumorea que la nueva versión del iPhone de Apple será compatible con NFC.
Por si el correo electrónico, navegar por Internet, Facebook y Angry Birds no eran suficientes para que nuestra vida girase en torno a nuestro teléfono inteligente, la tecnología NFC (Near Field Communication) pronto nos permitirá usar nuestros móviles para controlar accesos o pagar por nuestras compras.
VISA está llevando a cabo diversas pruebas en Europa y Australia, en colaboración con las redes de teléfonos móviles y entidades bancarias de dichos países. En la prueba europea, el consumidor conectaba un pequeño dispositivo inalámbrico a su iPhone y se descargaba la aplicación de Visa. Esto permitía al consumidor realizar compras con tan solo iniciar la aplicación en su iPhone.
En Australia, el sistema funciona con terminales de PayWave que se han instalado en más de 20.000 establecimientos de todo el país. Para pagar una compra -de menos de 100 dólares australianos-, el usuario debe ejecutar una aplicación de PayWave y después activar el pago.
“Los pagos con móvil ya existen en los mercados emergentes y, con la economía global en la que estamos inmersos, seguro que también llegan a EE. UU. Los mercados emergentes son nuestro canario en la mina de carbón”, dice Trish Dorsey, vicepresidenta adjunta de TNS, compañía de asesoramiento e investigación.
Y el canario está estupendamente. Basándonos en las aplicaciones de patente de la compañía, se rumorea que Apple quiere implementar la compatibilidad con NFC en su próxima versión del iPhone. La NFC es para muchos el siguiente gran paso adelante en materia de pagos con móvil.
Si Apple se adentra en territorios NFC, es posible que transforme este mercado por completo, como ya ha hecho con los móviles y las tabletas, así como con la industria de reproductores musicales.
“No me extrañaría que creasen un dispositivo que revolucionase el panorama. Apple ya se ha ganado los corazones y las mentes de los consumidores, que confían plenamente en sus productos. Por ponerle un ejemplo, mi madre tiene 80 años y utiliza un iPad”, dice Dorsey.
“A Apple se le da fenomenal crear una necesidad antes de que el cliente sepa que existe”, añade.
Apple no es la única compañía que trabaja con la NFC. De hecho, Nokia y Research in Motion, la compañía responsable de Blackberry, anunciaron hace tiempo que incluirán NFC en sus próximos teléfonos.
Google también está a punto de entrar en el juego. Su sistema operativo Android ahora es compatible con NFC, y Samsung ya ha lanzado varios móviles con NFC integrado. Google también realizará pruebas en varias ciudades de EE. UU.: instalará miles de sistemas de cajeros compatibles con NFC en varias tiendas del país.
Las últimas informaciones apuntan a que Apple esperará al iPhone 6 para implementar la NFC, debido a “estándares incompletos de NFC” en el sector.
Sin embargo, hablamos de un mercado tan lucrativo que las tiendas quieren seguir adelante sin esperar a Apple, incluso sin esperar a la NFC.
Según la compañía de investigación de mercados In-Stat, para el 2015 el número de distintas formas de realizar pagos con móvil habrá pasado de los 116 millones actuales a más de 375 millones.
A comienzos de este año, Starbucks anunció su plan de ampliar a través de Estados Unidos su servicio de pago con móvil y códigos de barra.
“Starbucks no está dispuesta a esperar a que la infraestructura de NFC en EE. UU. alcance una masa crítica para ofrecer a nuestros clientes la forma más rápida de pagar”, afirma en un texto promocional Chuck Davidson, director del departamento de innovación de Starbucks.
“Starbucks seguirá explorando la NFC, pero mientras que un número significativo de nuestros clientes no tenga móviles con NFC, seguiremos centrándonos en nuestra plataforma actual”, añade.
Actualmente se está avanzando mucho en los tres frentes: fabricantes de telefonía, proveedores de red y facilitadores de puntos de venta.
En una declaración de la compañía de tecnologías de pago electrónicas VeriFone, su presidente Douglas G. Bergeron afirma: “El punto de venta minorista representa un lugar de convergencia para pagos con teléfonos inteligentes, redes sociales y cupones electrónicos, pero no llegará a buen puerto si se espera que sean las tiendas las que cubran todos los gastos necesarios para que funcione.”
En su opinión, la “resistencia del comerciante” es el mayor obstáculo para el avance de la NFC. Si los pagos móviles tienen que resultar sencillos para los consumidores, también deben serlo para los vendedores.
Bergeron también opina que los clientes no adoptarán una nueva forma de pago hasta estar seguros de que esta goza de amplia aceptación y no solo está disponible en unas pocas tiendas.
El iPhone de Apple podría marcar un punto de inflexión al respecto.